domingo, 15 de enero de 2012

Remitente

Érase una vez, que los besos iban al viento,
surcaban intrépidos el laberinto de la vida,
y lúdicos llegaban a una mujer que escribe,
hacia un encuentro abstraído, que jamás culminó.
Simple y sorpresivos ayer tornaron al remitente
No había error hacia quien estaban dirigidos
Mirando en la esquina del retorno postal,
no decía si su destinataria, ya disfrutaba otros.


1 comentario:

  1. Creo que el correo funciona muy mal aveces porque las cartas parecen haberse perdido...Se que ella hubiera querido que no fuera así, te aseguro que el descifrar letras borradas por el viento es casi imposible...En todo caso tradúcelas y reenvíalas...Besos de miel...Any

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