No digas nada
sin provocar latidos.
Una palabra, y no más,
dicha sin que conmueva
solo es ostentación,
vano pronunciamiento,
atroz sin sentido.
Las voces del silencio,
tienen mucho más valor
que todas las cenizas
de lo dicho por decir.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
Sólo es escuchar un poco..
ResponderEliminarBello poema de reflexión
Saludos cordiales
Buenas tardes!
ResponderEliminarBuenas tardes!
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