Un secreto profundo te guardo.
No te vayas como una hoja abrasada
por vientos del desamor.
En mi cuarto, aún se saborea la vida
la fragancia de tu respirar,
oculto en un reclamo sinfín de tu presencia.
¿Quiénes cuidan a los gorriones
mientras en las tardes solariegas te pienso?
¿Como van su rumbo alternando
las satíricas nubes sobre el mar en tu ausencia?
¿Por qué se borran las perfectas palabras
con que se escribe tu nombre de mujer?
Ilustración: "Rosa muerta" - José Luis Quesada
Que precioso poema, felicidades , poeta.
ResponderEliminarUn abrazo
Bello. aunque esa rosa se canse de esperar.
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