lunes, 27 de febrero de 2012

Gremio

Ajado por el viento,
de repente, el mundo
se disparata de lo usual,
 y en total falta de respeto
pone cada cosa en su lugar.
La reina, feliz procrea, 
y el zángano goza sin morir.
Las guerras se diluyen
con la primera gota de agua.
El hombre sabio, de bajo perfil,
es llamado a gobernar.
Una mujer, que quiere querer,
no piensa en la esclavitud.
En el bosque del hambre
florecen panes y peces.
El  exterminio de las razas
muere en su última cena.
La satisfacción del poeta
despliega su dinamismo sutil.
El aprendiz y el maestro
se enseñan mutuamente. Y bien.
Se funda el gremio de los iguales.


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