Las horas se vuelven perversas,
la noche en tu ausencia es lúgubre.
Abundan los sonidos sobrecargados
y esa voz reiterada, que, sin palabras
reitera mis anhelos de tenerte cerca.
Extraño la invitación de tu presencia
y ese infaltable punto de encuentro
que abre la puerta oculta a saberes
que coronan el renacer en el paraíso.
"Punto de encuentro, renacer en el paraíso", sugestivas palabras en precioso poema. MN
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