Te encontré enfrentando a los vientos del olvido,
en la mirada reseca de una dulce evocación.
Tu presencia ahuyentó el gris de mi destierro interior,
olvidando que jamás debía volver a enamorarme
Aterido de pasiones sucumbí frente a tus ojos
y en la habilidosa ternura de tu luz y tu alegría.
Ahora busco un nombre con el cual nombrarte,
con el cual llamarte y pedirte que camines conmigo,
un nombre que ponga notas musicales al silencio
y que siempre te nombre en un nosotros perdurable.
Que se adueñe de mis pensamientos y mis palabras
en ese misterio lluvioso que siempre te trae de regreso.
Ilustración: "s/n" - Eduard Gordeev
Me ha gustado mucho. Buen libre.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Busco un nombre con el cual nombrarte y"... Precioso! MN
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