Te voy a regalar todas las palabras,
aún las que todavía no están escritas.
Juntas o desperdigadas al azar,
todas desnudas de pensamientos encubiertos,
para que puedas guardar
las cosas que jamás vas a recordar.
Luego me sentaré a agotar el otoño
en un silencio contaminado con granos de alma,
acompañado de algo que viene de la nada
y que ya no tiene palabras.
Ufffff QUE BUENO
ResponderEliminarQue el olvido nunca sea
ResponderEliminarrecuerdo amenazado.
Un saludo
Hay cosas que nunca se olvidan, sobre todo las que hacen a vivencias felices.
ResponderEliminar