viernes, 27 de mayo de 2016

Llover de deseos


Llevo en mí el olor de tu cuerpo. Y me regreso.
Siempre en el final del camino soy cautivo
de un llover de deseos. Insoportable.
Así, me vuelvo a las caricias ahuecan tu vientre
a perderme en tus ojos en una continua batalla.

2 comentarios:

  1. Parvedad que dice tanto...
    Me encantó, Sergio.

    Mil besitos.

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  2. Los deseos cuando son correspondidos resultan maravillosos.

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