Todo termina, aún lo que no hemos hecho.
El olvido, ese largo invierno para recordar,
también es rehén del tiempo y con él envejece,
convirtiéndose en
escombros de cosas perdidas,
condenado a transformarse en nada. En hueco.
En indiferente y simple vacío de silencios.
El olvido... Convirtiéndose en escombros de cosas perdidas...
ResponderEliminarAsí lo veo yo yo también, Sergio.
Mil besitos.