sábado, 14 de mayo de 2016

Encallando


Detrás de tus huellas navego en un mar sin final,
perdiendo de vista la dolida arena del desvelo.          
Ningún nombre le puedo dar a esta inevitable
búsqueda, poblada de instantes de cristal.
La escalera del tiempo es una forzosa  mentira
que se despliega como inusual compañera.
Después de ser noche el día siempre está gris,
busco algún acontecimiento en los cielos,
el vuelo de un ave marina o el mágico suspiro
que se perpetúa en el canto de la lluvia
para guiarme en esta letanía con dulce sabor a ti.
Los vientos me señalan el fin del camino
y pronto anhelo encontrarlo encallando en tus ojos.

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