Por más que siempre lo llevo a todas partes,
tu retrato y yo tenemos algunas diferencias.
Cuando hago silencio, el pretende hablarme,
y pinta miles de promesas en el firmamento,
haciendo que mí desvelo, se dilate hasta el alba
prisionero de ti, a través del cristal que te guarda.
Sea quien sea, ha de ser afortunada y desdichada, la mujer a quien solo llevas en el papel.
ResponderEliminarMe agradaron tus bellos versos, sencillos pero potentes.
Gracias por pasar a mi espacio y será un placer el leer tu trabajo
Un abrazo, Lisume de CableadoMental