martes, 30 de diciembre de 2014

Casi una canción


Antes que llegara
a esa resolución,
paliaba el apetito
con algunos besos,
(sabores de ricota)
dados con estupor
y a regañadientes,
por niñas geniales,
en la suave locura
de sexo mal tenido,
siempre a cambio,
de absurdo precio.
Hasta que cansado
de volver a perder,
en fluidos aromas,
la poca dignidad
que aún le duraba,
bebió el café agrio
de todos sus abusos,
y con gafas oscuras
se aisló en un convento.


1 comentario:

  1. Todo llega a un punto donde debe cambiar, por hartazgo, por darse cuenta que son caminos que no conducen a ninguna parte, por lo que sea. Pero los cambios por lo general son buenos, sobre todo si se está desconforme con lo conseguido hasta el momento.

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