martes, 30 de junio de 2015

Puesta en escena


Las últimas palabras
reverberan entre bastidores.
Los ecos del aplauso
se suman al inventario de cosas inútiles
tras las bambalinas.
Un poco de melancolía gana el escenario,
no hay ovaciones ni se piden bises
a la quietud del foro.
Innoble, el telón aumenta las oscuras penumbras.
Apagadas las candilejas
la noche y la soledad ganan las butacas
ausentes de espectadores.
Reina un vacío de sombras acariciando palcos,
paraíso y platea.
El público ya es una visita furtiva
alejándose por el palier.
Se cierran las puertas bajo la iluminada marquesina,
el último taxi dormita su espera.
Allí, a poca distancia, la vida reestrena su puesta en escena.

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