viernes, 13 de mayo de 2011

Obsesión

El último ilustre paranoico
busca borrar los pasos del tiempo
en la resurrección del otoño.
Así, se condena a pensarte,
y, bajo tu recuerdo secreto,
indaga el camino directo
al tiempo de la noche primitiva.
Crepúsculo de amores y azares,
de tenerte y no, hasta ser en ti
el río de la vida y nada más.
Pero… mientras duermes,
el calor de la noche y tu belleza,
de aguas claras y piedras,
sacuden el roce de su ser
en una hambreada despedida
de águilas y dragones,
en respuesta a ese mañana,
de leña seca y adagio
que deja el tiempo, si no estás.
Por eso, obseso de amor,
hoy no se quiere levantar.


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