Por ejemplo, Usted.
Que vive un día más
entre patético...o nada.
O sea la susodicha
cuota de muy tarde
para los sueños
y es temprano
para la ancianidad.
De parte mía,
y antes que termine
con el alma rota
mil veces dos,
honestamente le dejo
mis deseos nocturnos
o mejor aún
el tercer piso
de la primavera
o del verano el día dos.
Y después no me diga
¡pero cómo!
Esto era
La vida humana?
Ilustración: "Los unos con los otros" - Gabriela Cassano
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