Tener miedo de lo opaco,
de estar dos veces muerto,
de ser una hoja abatida,
de los hechizos del alma,
decaer al fondo de un pozo,
de quedar sin bríos, vacío,
son todos miedos posibles.
Pero temer no poder amarte
es un abusivo temor imposible.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
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