lunes, 8 de agosto de 2011

Envidia

Sin arrepentimientos,
la envidia perniciosa,
como pequeño milagro
de estados anormales,
intangible espejismo
supervivencia infiel
de otras soledades
y promesas rotas,
hizo de este día
todo el desamor
y el fatal desenlace.
Sabor a miel y sudor
en los instintos fatales
y silencio arrebatador
por toda respuesta.

1 comentario:

  1. hay silencios que duelen aún más que la más cruel palabra

    un abrazo

    ResponderEliminar