Como fantasma, sin escapatoria,
el temor de cambiar es infinito.
Los que ya no están en contra,
y los que ahora se han marchado,
al presente ven con malos ojos.
La confusión de una generación,
esa extraña concepción de la vida,
donde la razón se vuelve retazo,
presagia alguna nueva ruptura
de un mundo entre los mundos.
Más allá, realidad brutal y utopía
victimizan al hombre común,
con la tristeza del abuso y soledad.
Nunca habrá de parar en la mudanza
de ya no ser más lo que antes fue;
de las maneras extrañas en que vivimos,
fraternal, es lo jamás pronunciado.
Por ello ya la noche está cayendo.
Inventemos alas que es necesario volar.
sabés que aunque mis alas están algo rotas, al menos asi lo siento, hay veces en que no quiero reinventar nada, siento que ya no quiero volar
ResponderEliminary se que es necesario
otro poema de los que me llegan muy profundamente, muy
un abrazo, y gracias por estar :)
claudia