miércoles, 17 de agosto de 2011

Hierba dulce


Hoy en día presiento que vienes
y cualquiera sabe que lo sé.
Un lento camino interminable,
varias puertas por ti amuralladas,
mentiras y el despecho te tardan.
El sacrificio de esperarte, incluso,
es sentirte  desde una estrella.
Nocturno retrato de tu fantasma
caminando aturdido hacia el amor.
Cómo has hecho para que no te olvide,
Ni, alicaído, baje a la tentadora la idea
de buscar fragmentos de tu amor
en coloridos espejismos de mujer,
es algo que mi razón no entiende.
Tal vez, silenciosamente, siempre tuve
la integral seguridad ante todo,
que extrañamos la hierba dulce
del beso tatuada en nuestra piel.
Pero aún no sé por qué la relegamos.
Un día hablaremos, pero hoy no.
Hoy presagio que por fin retornas
allí, donde se arrellana el amor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario