Las muñecas guardan una sonrisa oculta
que resulta para todos invisible a los ojos.
Solo conservando el corazón de niña, se logra
encontrar la melodía que despierta su alegría.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
¿Quién habrá inventado la muñeca? Un genio, porque el efecto que producen las vidrieras repletas de muñecas, cada cual más hermosa, o unas pocas, genera admiración y encanto, no solo en las más chiquitas, ya que también se nota ese efecto en jóvenes y adultos, sobre todo, a la hora de elegir un regalo. Me gustó el escrito, también la ilustración.
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