martes, 21 de mayo de 2019

Como si nada fueran


Como si nada fueran, guardo de ti
muchas cosas invisibles que se empeñan
en alumbrar el comienzo de las horas.
Aún en la distancia sobrevives
como el sonido de una suave letanía.
El perfume de tu piel sobrevive
como si lo respirara por primera vez,
guardo tus salvajes aromas de selva
refrescando el aire de los abrazos
primerizos, oyéndonos en silencio.
Tengo tallada tu imagen en mis manos
y en cada cosa que perciben mis ojos.
 En este espacio habrá una voz que
será la tuya, con su lenguaje de murmullos.
Donde me encuentre me acompañan
tus labios devorando un resto de algo
que inventas escondido sobre mi cuerpo.
Deambulo como si estuviera caminado contigo,
te converso y confieso mis temores
en la fragilidad del alba o en el gris suplicante
que invade el cuarto cuando cierro las persianas,
o ante ese vacío profano que siente mi piel,
hecha añicos sin el roce mágico de tu tacto.
Tu ausencia es presencia abierta en pedazos,
fundiéndose en la bendición del roce de las sábanas.
No hay nada ni nadie aquí y, sin embargo,
la blancura de tu cuerpo viene caminando
por los senderos donde mi pulso te mantiene.

1 comentario:

  1. Cada verso es capaz de penetrar con su belleza en las profundidades del lector. Poema bello y profundo.

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