domingo, 3 de mayo de 2020

Triste sobresalto

Paria y viuda, hoy la ciudad
no tiene flores ni colores.
Es gris como pobre limosna,
desganadamente taciturna.
Abrigada, sumisa, por ausencias,
arrumbada de amores viejos,
con sus faldas de marquesinas
burlescamente apagadas.
Sus escenas son inmensos vacíos,
talentos en serio desmayo.
Ni el más misero y sucio gato
de burdel inmundo la habita.
Ciudad de arterias dormidas,
abandonada como vieja buscona,
pálida ceniza con su alma hueca.
Ciudad de miedo y cuarentena,
de encierros que anudan
una larga existencia confusa,
donde el mañana, apenas es
un triste sobresalto o nada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario