lunes, 15 de diciembre de 2008

Quien quisiera


Quien quisiera… rico
Quien quisiera
Madrugaba en la alborada
Un gallo.
Abría mis ojos
En la penumbra del cuarto
Y el tenue amanecer
Rompía
Por la ventana mal cubierta
Por la cortina
Que se mecía.
Sobre mi brazo,
Adormecido
Como un sol
Sus cabellos se derramaban.
Sobre el derecho.
Pues el izquierdo,
O mejor la izquierda,
Mi mano,
La luna blanca
De su pecho retenía.
Cuerpo de blanca luna
Junto al mío, moreno,
Adormecido.
Todos los días,
Durante seis días.
Quien quisiera rico,
El gallo cada día
Repetía.
Yo… yo solo sonreía,
Pues rico lo tenía.
Allí, al manecer… y antes
Cuando la luna,
En su cuerpo blanco,
Junto al mío yacía.
Blanco de espuma,
Blanco de ella,
Junto a mi morena piel
Dormía.
Cinco seguras noches,
Casi seis días
Su blanco cuerpo de luna
Me rendía.
El sol de su dorado
Sobre mi brazo derecho
Yacía.
Mis ojos al abrirse
Su boca veían.
Sus labios me lamían,
Los mios la besaban.
Sus manos me rozaban,
Las mías retenían
Su blancura de luna,
Desenredando sus cabellos.
Rayos del sol,
Que junto a mi
Dormían.
Quien quisiera rico
Quien quisiera
El gallo repetía.
Cinco seguras noches…
Casí seis días.
Cuando el tenue amanecer
Rompía
Por la ventana
Mal cubierta
Por la cortina
Que se mecía.
Ahora solo,
Café y cigarrillo,
Atronados
Mis oidos por aviones
Que parten
Recuerdo el cielo
De sus ojos,
Sus manos
Que me surcan,
De su cabello,
El dorado,
Junto a mi, morena piel.
Foi gostoso,
Dijo la primera vez
Foi gostoso,
Repitio,
Al marchar.
No existen gallos,
Allí donde yo voy,
Ni cuartos
Que se rompan,
Al amanecer,
Ni cortinas
Que se agiten,
Malcubriendo
Las ventanas.
Mi brazo derecho
No se adormecerá,
Por su sol.
Ni el izquierdo
Retendrá
Su pecho de luna.
Solo retendré,
Suave eterna,
Su espuma.
Esa bruma,
Que naturalmente
Nos envolvió.
Pero llevo guardado
De su primera vez
El Foi gostoso
Y el cielo
De sus ojos.
Y la turbina que borra,
Tronando,
Su beso de “adeus”
Y su mano,
En el aire,
Que me repite“gostoso
como la primera vez.

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