sábado, 8 de octubre de 2011

Duermevelas

Quisiera explicarte, nocturna gota del alma,
que hay días, como hoy, en que quisiera
lograr despertar como una primera vez.
Desnudo de impaciencias y modernidad.
Debo confesar que guardo avances y retrocesos
y una pasión de multitudes en el umbral de mi ánimo,
pero, esta noche, una voz me pide franqueza,
y no esa fatídica mezcla de ser y querer ser
con que se desayuna cada mañana el mundo
cuando mis ojos piden permiso a la luz para verlo,
conjugando sentimientos por conjugar pesares.
Tengo la sensación adquirida de andar divagando
en duermevelas de amnésicas palabras, luchando
infructuosamente, como el mar redivivo de un tifón.
Mientras el grillo canta lo que dura una canción,
desarchivaré palabras sinceras (que ni yo mismo me creo),
para colmar la ansiedad insatisfecha de mis reflexiones
y las pondré a crecer en un vaso con agua de azahar
para que logren la eterna obsesión de vivir de verdad.


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