viernes, 28 de octubre de 2011

Esa persona


Si se pudiera atornillar el sol
a orillas de un río, una gran noche,
cultivar una planta enamorada,
convocar espíritus por el silencio,
entender el aroma del azahar,
coquetear con ogros feroces,
respirar a lo lejos incienso,
iluminar el cielo hasta otro año,
podría escribir un soneto innato
sobre tu perfume de mujer,
tolerar cerrazones hasta tu llegada,
estacionar todos mis aledaños
en apartadas horas confesionales,
por si un día me repones tu visita.
Pero por sobre todas las cosas
y de singular personal manera,
lograría, hundido en los colores,
calmar mi sed de esa persona
de cuyo nombre no quiero olvidarme.

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