Ilusión…
sería terrible que fueras efímera.
Que sería
de mis días imaginativos,
atrapado en la nada de una gran ciudad,
entre silencios de ideas ajenas?
Una biografía,
concluida en las cenizas del otoño a deshora.
Un boleto,
para un paseo a la última noche del mundo,
o una ausencia,
que se ahoga en la desviada monogamia del ingenio.
Vamos Ilusión… vive… y siempre.
Para transitorio,
está el polvo, el olvido, las sombras, el dolor
y los sueños prohibidos de dos.
Tú, Ilusión,
quédate siempre conmigo.
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