y
filosofía barata de tv,
debajo
del panal vacío
de
la suave indiferencia,
buscas
algo significativo,
jugando
a querer ser mujer
en
encuentros casuales.
Señales
también rutinarias,
de
la llanura de aflicción
en
que transita, abundante,
una
vieja y triste soledad,
confidente
de esas noches
de
irrealidades difusas,
en
las que recuerdas, aún,
a
quien te brindo un verso
con
adolescente encanto,
mientras,
sarcástica, tu risa
lo
sonrojaba con el desprecio
que
tu belleza te permitía,
sin
saber que sería solo él
quien
de verdad te amara tanto.
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