Deja
un poco de morir
en
ese muro pesimista
que
no te lleva a Roma.
Evoluciona
en gracias,
bufón
cabeza abajo,
de ego
y frases turbias.
Devuélvete
optimista
cinco
minutos más tarde
que la
indiferencia,
en
que, pésimo, transitas.
Visita
Valencia o Nairobi,
hazte
un gran paseo
de treinta
y dos minutos
los impares
días lunes,
junto
a una mariposa niña,
escribe
sexo. Y apréndelo
en asfaltos
embriagantes.
Luego,
a la vuelta, me cuentas
cual
verdad sin máscaras,
porque
sigues ocupando,
terco,
ese asiento vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario