martes, 14 de mayo de 2013

Volver al mar


Nunca hube de retornar al mar,
porque allí, mis ojos se anegaron
en la sal de una musa triste.
Me eternice con mi luna de papel
transitando todas las ciudades,
atrapado en  el fiel atardecer.
Pero si debo de volver al mar,
me llevaría un gato francés,
que en galo ronronee dulce.
Justo un cuarto para las siete,
en un nuevo amanecer violeta,
saborearía un café irlandés
viendo el despertar de una flor
húmeda con virtudes  de rocío.
Acurrucaría  mis fantasmas
en una almohada sabor a miel,
escribiría en un segundo dos cosas,
tu nombre niña y mis sentimientos.

1 comentario:

  1. Acurrucaría mis fantasmas
    en una almohada sabor a miel,
    escribiría en un segundo dos cosas,
    tu nombre niña y mis sentimientos.

    bellísimo, siem...siemre pasa por tu cerro aislado hace que tiemble mi alma

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