miércoles, 19 de noviembre de 2014

Vigilia de la nada


En ocasiones, pienso en ti.
En esos abriles azulados,
poblados de desidia estival,
con balcones seducidos
por la caligrafía de colibríes,
libando verdades ocultas
de tilos vibrando en amarillo.
Emprendo un viaje sanador
por la estela que tu sonrisa,
enmascaró, solitaria, mi sombra.
Me envuelvo en ese momento
con lo compasivo de la lluvia,
guardándome de lo furtivo
que recluye la vigilia de la nada,
y entonces, te vivo entera.

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