Se extiende la ciudad y el silencio al sur,
crecen ingenuos luceros en la media tarde,
formas geométricas se trozan entre las sombras,
líneas sinuosas se desgarran en fragmentos.
La rutina, solo es lírica nostalgia bajo el cielo.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
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