Mediante tanteos, se aprende en este desafecto
donde asoma lejanamente la atadura del vivir.
Ayudándose a medrar en el desapego emocional,
(desarreglado y poco estable personaje de moda),
atravesado por un sentimiento inusual de fracaso,
temor y vacío propio de la existencia adolescente.
Sin embargo, desapercibido, en absoluta soledad
se aprende en el afán de rescatar el tiempo pasado,
para arrojase a la acción y responder a la vida
para formar, al cabo, ese ser que debe hacerse.
Ilustración: "Optimistas azules" - Wols (Alfred Otto Wolfgang Schulze)
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