viernes, 25 de marzo de 2016

Bienaventurada agonía


Caricias mudas entibian la carne desierta,
se abandonan vulnerables todos los límites
bajo esas palmas que como una metáfora,
despiertan sentidos transitando su derrotero.
Sensorial, el cuerpo responde casi sin pensar,
fluye en el bosque mágico un agua mansa,
presencia de una femineidad que brota escondida.
Contener los gemidos en silencios heroicos
es transitorio suplicio de una batalla perdida,
represión inútil hasta que estalle el canto coral
en una interminable y bienaventurada agonía.

1 comentario:

  1. "fluye en el bosque mágico un agua mansa"... el agua de la vida, cálida y dulce, la que enamora y enternece, la que nutre y estimula la jovialidad aún latente. MN

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