Para
el miércoles, ya se apaga la intención
de no
estar contigo, allí digo que es duro
el
tiempo que corre sin verte por las calles.
Caminar
duele menos cuando sé que estás,
aunque
tus ojos reflejen un amor imposible,
o lo
que es lo mismo, un congelado invierno
de
excusas que se deslizan por las tardes.
Soy
demasiado pequeño para llegar al viernes
sin
verte. Quedan los labios grises y, créeme,
tu ausencia quema en la soledad de mis manos.
Hay
semanas en que ni tú ni yo nos recordamos,
sólo
nuestros cuerpos se acercan uno al otro,
como
la marea más dulce y triste de la tierra.
"Como la marea más dulce y triste de la tierra" ...
ResponderEliminarProfundos sentimientos en bello poema.
Buenas tardes poeta.