Ahora
mismo,
ahora
que todo vuelve,
un
remolino de agua
va
apagando todos los fuegos
de
aquellos
con quienes he amado.
Mucho
amo todavía,
tanto
o más que antes,
tal
vez a las mismas gentes,
de una
manera diferente.
También
a otras que hacen dulces
las
cosas pequeñas.
Los
años pasan más de prisa,
el
viento en la cara siempre
me
mantiene en vela. Alerta.
Tal
vez ahora tenga mas
los
pies sobre la tierra ,
o me enmascare
menos en la vida.
Ya no
son tan largos
los
silencios y las esperas,
o
aprendió la paciencia a ser paciente.
Disfruto
del río que sigue su curso,
unas
aguas vienen, en tanto de otras,
lentamente
nos dejamos.
El
horizonte ahora es reposado,
de ti,
no me aleja ni me acerca.
Ya me colmó con todas tus presencias.
Simplemente, en el horizonte, estamos presentes. El amor, en el día a día, se hace menos pesado cuando la paciencia es paciente y se manifiesta en las cosas pequeñas.
ResponderEliminarTomaré este bello y expresivo poema, con el referente de "Voces del cerro aislado", para una de mis páginas del libro que está en construcción. Si no lo permites, solo dímelo y desistiré. Que tengas un hermoso día.