Como hielo
delgado, en la orilla del aire,
eres
fragilidad de desnudo arco iris de estío.
Alpina
violeta floreciendo en frescas alturas,
resaltando,
liberal, con contrastantes colores,
en las
níveas crónicas del deseo impregnado.
La noche,
cuando cae en una fiesta saberes,
volando
ahuyenta vespertinos anecdotarios.
Y
que más decir, cuando tu aroma esparce
sobre
ornatos de domingos reencarnados,
la
volatilidad de un pequeño verso de amor
en la
cálida ascensión que deja en la mejilla,
el beso
que calla los ecos de la ausencia.
Ilustración: "Rompiendo los ecos de esta ausencia" - Rosy Chivardi
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