Vagabundeo
a puertas abiertas
por un
lugar llamado antes,
dónde
busco un sitio en mi cama,
y
las fiestas de mentiras propias
con
ajenos resignemos de amarnos.
Arroparme
en terciopelo negro,
en secretos
de brazos
afables.
Yo nunca cuento
crepúsculos,
ellos me
pintan ensangrentado,
porque
los ojos ya no saben
de visiones
que quedaron atrás.
Tú actual
amor es puñal de lirios
para
este pirata de tu cuerpo,
inevitable
fragilidad trazada en rojo,
solo
trascendente entre los dos,
sin
permiso de los lejanos otros.
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