Murmullos
esconden los fríos
de junio,
en arreglos de lluvias de sonora afonía.
Inerte y obsesivo tiempo de serse
estando,
autor de epístolas ajenas a esas
profundas
oportunidades, que el invierno vago
cobija.
Ateridas hierbas en medio del
pedregal
en que todo es imberbe inicio de silencio,
compañero de mil noches oscuras de nada,
estación de hallar desesperados albergues
en abrazos de tibias sensaciones
nuevas,
junto a la lumbre, ninfa de sino
hechicero,
encantada reencarnación de pesaroso
exilio.
Bellos neologismos en este poema que sintetiza la poesía del invierno...Me encanto!...Any
ResponderEliminar