Descifrar
designios.
ese
parece ser
el
destino de los gatos.
Impasibles,
escondidos
en su
artera mirada
y sin
que se muevan
sus
estoicos bigotes
reanudan
diálogos
consigo
mismos.
Con
ronroneos inversos
no saben
del callar,
ni
saben del hablar,
pero
sus voces de golpe
tienen
poder de hipnosis
y así,
como callados,
tan
oscuros e inciertos,
descifran
socarrones
ingratos
secretos
con
excesivo celo.
Estaría bueno poder conocerlos. Buenos días querido poeta.
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