A veces, me pregunto
si
quise ser este.
Metáfora
elegante
de
eterno retorno,
andador
de andenes,
clandestino
relámpago.,
falsa
y pálida utopía
de un
recuerdo carmesí.
Entonces,
veo que nunca
compartiré
el sabor
de las
maduras amapolas,
ni el agua
bendita
me
vestirá en la tarde
de apacible
azul.
Y eso,
solo por ser este,
amable
delirante
de sonrisa
guardada
y corazón
dilatado,
verdugo
de días tiernos
y una
sola herida errante:
el ser
simplemente este.
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