Se sentía desnuda frente a sus ojos
hundidos en las atrapantes ojeras,
vislumbraba una caricia insinuante
tras el sensual alarde de una invitación.
Cruentas lujurias emergían de su mente
aun cuando el no alcanzara a tocarla.
Una espesa sangre se le aferra furiosa
invadiendo y quemando su cuerpo cierto,
y ve irse en
silencio la sombra equivocada.
Sin tacto ni perfumes se siente abandonada,
le llueve su distancia como un agua triste,
y su ego se le clava con vocación de espina.
Ha sido un verdadero placer visitar tu blog...sigue escribiendio tan hermoso y con tanto sentimiento, algo de lo que a veces pareciera que va careciendo el mundo hasta qe nos encontramos con palabras como las tuyas que nos remiten a la realidad. Esos que nos hacen pensar en que el romance o el sentimentalismo murieron, siguen siendo LOS MENOS...
ResponderEliminarUn abrazo
ResponderEliminarPreciosa tu poesía. Gracias por este blog. Visitarlo supone toda una experiencia y un relax para el alma.