viernes, 19 de agosto de 2016

Mortal pecado

Ábreme la puerta,
quiero ir desmembrándome
en una acuarela floral.
Ser arena en el azar del viento,
sombra sin horizonte.
Invisible locura de los días martes,
torrente afortunado
con profundo cause de amor y olvido.
Ábreme la  puerta
al desvelo, a la intemperie y la ansiedad,
prefiero ser brizna
aprendiendo paciente  a levantar vuelo,
que prisionero
del mortal pecado de no poder amarte.




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