domingo, 9 de octubre de 2016

Nocturnidad


El día se va con la agonía de un después,
colores bermejos se pintan en el cielo azul.
Como un corazón herido se oculta el sol.
Engalanando el canto de las huríes asoma
el camino mágico de la luminosidad lunar.
En algún lugar cesan su rueda los girasoles,
replegándose, inocentes, sobre sus tallos.
Horas extrañas se iluminan de nocturnidad.
Es un mundo de dudas y expectativas,
como de quien espera una larga ausencia.
Expresa congoja esa magia de la oscuridad
y oculta, por un momento, los presagios de vida.
Un rocío intuitivo y ligero comienza a reinar.
La noche teñida de negro  rápido propaga
su papel de santuario y altar de los sueños
permitiendo gozar un poco de eternidad.

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