Soy imaginación que arde,
isla seca, pájaro errante y luna llena.
Agua azulada bajando de los ojos.
Me disipo como vaho,
como luz y sombra súbitamente copulando.
Soy las profundidades de unos ojos negros,
algo que se pierde en el cielo y jamás vuelve.
Una vela encendida que se gasta
en la fragancia vegetal del ocaso, que burbujea
balbuciente.
En la opacidad del sueño perduro alerta,
huelo inhumano cuando
aún no amanece,
hundido en ese
sonido gutural que deja el viento.
En horas de la noche soy ardiente y algo obsceno,
nostálgica alma que vacila y fluye.
Así, atravieso
todos los rincones, dando vueltas.
Soy pena desquiciada estando separados.
Es muy ingrato ser lo que soy,
me duelen los ojos,
me veo inerte.
Cansada sombra empapada, medito.
Y soy meditación que quema,
vela encendida que se consume,
ocaso que burbujea susurrante,
pena desquiciante.
Demasiado para mí ser lo que soy.
Buenísimo. Siempre me gustan tus textos. Felicidades por esa manera de escribir.
ResponderEliminarBuenísimo no me canso de leer
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ResponderEliminarBuenísimo no me canso de leer
ResponderEliminarBuenísimo no me canso de leer
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