Por las noches
retozo con los mares y los ríos.
Los hago brillar en los ecos que abandona el silencio,
de las profundidades dejo que emerjan lentas
rondas de letras tristes con suave fondo de laudes.
Brotan con timidez, temblando, a visitar la luna.
Entre puertas y ventanas vago en diáfano paseo
por titilar de estrellas y olor a hierba descansando.
Me invento historias buenas y algunas prohibidas,
hasta caer dormido en las luces de algún arco iris.
Me encantó, sobre todo lo del arco iris, que es señal de alegría en puerta. M N
ResponderEliminarInesperados momentos en que brota la luz en nuestro iris... Reinventamos la vida sin saberlo.
ResponderEliminarSaludos cordiales Sergio.