sábado, 9 de febrero de 2019

A flor de piel


Si nos separamos, no volveremos a vagar
por el paisaje interior de nuestras charlas.
Tal vez, me quede la imagen de tus manos
volviéndome presa fácil en la noche inmensa.
Añoraré el laberinto de tus casuales caprichos.
Tu ausencia se hará exclusiva dueña del aire,
la cama deshecha guardará formas extrañas,
el mapa impreciso de tus muslos desnudos.
Archivaré, en blanco y negro, la imagen alegre
de verte desayunar naranjas, tirada en el lecho,
ocupando un espacio siempre desmedido
para tu pequeño cuerpo de inquieto remolino.
Demasiadas cosas aguardan si nos separamos.
Mejor sigamos con este abismo siempre a flor de piel.

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