La tarde de verano se arroja sobre la luna,
un gato nivela sus malabares en la pared.
Hay ruidos y las ramas de un árbol indeciso,
es un viejo plátano temblando en la acera.
Sombras azules y profundas van surgiendo.
Raudo, un eco de bocinas pretende ser voz
de una ciudad vestida de colores púrpuras.
Uno podría no existir y todo seguiría igual,
solo somos pequeños paradigmas urbanos,
y estos también, algunas veces, cambian.
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