Aun no puedes, ni quieres, evitar
ese desear cosas imposibles,
que tutela tu mirada con descuido,
con ansias de querer volver atrás,
a todas las viejas acciones sinceras.
Así, navegas un nuevo séptimo círculo,
como en un día de confesiones.
Tu ideología de mujer, universo oculto,
es como el despertar de un conjuro
de pesadas alas negras y un recuerdo.
Esa eternidad a la que te aferras,
bella penitencia que dulce te enerva,
por encima de la vergüenza
de guardar la efímera luz mágica
de aquel que fue quién más te amó.
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