sábado, 14 de abril de 2012

Yo, simplemente...

Todo lo que queda de mí,
es esta lucha de a dos,
en cada irrazonable amanecer.
Esas mañanas con mi sombra
en travesía a un imposible,
adhiriéndose a cada instante
a mis sueños de marfil,
como una gaviota dominguera,
desplegando su talento
frente a la sudestada
que se viene con el día.
Quien me conoce, suele decir
que soy un ritual a lo desconocido,
tránsito profano, hecho identidad,
circulante de los absurdos,
inacabada construcción,
que hace el tiempo en la realidad.
Yo, simplemente me veo
como el que acompaña a mi sombra
caminando juntos, a la distancia.

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