Y escuchó... "te amo"…
como se dice adiós a un fatuo fuego,
viéndolo alumbrar
cada vez menos en la oscura noche ya ida.
A ti... que esperabas,
ese “te amo” te sonó a cascabeles rotos,
a tardía respuesta
brindada a los silencios de tantas preguntas.
Con una cabriola,
la confianza trató de aferrarse a la esperanza.
Ciegos y sordos,
indescriptibles miedos evitaron que se asiera,
al esperado halago
de los enjuagues de sábanas suplicadas.
Tu boca se hartó,
de días inacabados, de tragos amargos.
Allí fue que comenzó
a morir el tiempo de aquello que querías
volver escuchar.
"Te amo" rompió alas de todos los sueños.
Sarcástica muerte
de lo que tanto y por tanto se esperaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario